¿Qué es la armonía de los evangelios?

armonia en los evangelios

La teología utiliza palabras comunes para delimitar estudios específicos. Así como la medicina tiene diferentes especializaciones y ramas de estudio, la ciencia de Dios o de la Palabra de Dios, crea bloques de investigación según sea necesario. Al referirnos a la armonía de los evangelios estamos tomando un bloque de estudio que ha sido por mucho tiempo, el estudio de los versículos más especiales de las iglesias al momento del evangelismo y discipulado. 

Si ha tenido la oportunidad de leer las cartas de Pablo, Juan, Santiago podrá notar su estructura con mayor facilidad. Enmarcan un saludo, un desarrollo, argumentos y en la mayoría de casos salutación final. En el caso de los evangelios ocurre, si podemos llamarlo así, un fenómeno. Algunas razones: 

  • La naturaleza de los escritos no está definida en su contenido (excepto Lucas que profesa ser una investigación, aunque tiene muchos momentos narrativos). 
  • En los evangelios no conocemos con anterioridad la educación o formación de los autores, algunos no nos restringen a donde iba dirigido el evangelio especialmente, otros son netamente universales.

Un estudio detallado de cada evangelio puede responder muchas incógnitas planteadas. Por esta razón, se le denomina análisis de los Evangelios a la investigación de las formas encontradas para hacer una comparación entre ellos mismos, siendo que narran una misma historia desde perspectivas muy diferentes. Antes de dar una definición homogénea y un ejemplo, es menester tener ciertos conceptos claros para ayudar a la comprensión de un estudio teológico.

  • Perícopa: pequeña sección literaria de carácter unitario (que aborda un solo tema), con un principio y un final bien marcados, puede ser basado en cualquier género literario.
  • Sinóptico: significa “ver juntos” o “ver a la vez”, fue utilizado por Johann Griesbach en su obra Synopsis para mostrar los paralelismos históricos que se encontraban en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. En este caso Juan no entra como sinóptico por una diferencia marcada en la narrativa. 

Comprendiendo a groso modo estos dos conceptos podemos entrar a responder con amplitud ¿Qué es la armonía de los evangelios? 

Una obra Armónica

En una composición musical básica se le denomina armonía al sonido unísono de dos notas diferentes, pero que guardan una apreciación auditiva para el oyente. Esta sensación de placer se mantiene en cada concepto dado en la armonía. Por ende, una pintura, oratoria o cualquier expresión de las bellas artes puede ser armoniosa sin la necesidad de ser musical.

Una de estas artes es la literatura, aunque existe un problema muy notable en este campo. La memoria visual y cognitiva juega un papel importante a la hora de replicar un texto leído. Esta labor fue muy utilizada por historiadores y copistas de antaño produciendo la tradición oral, o sea mantener en la memoria diariamente lo aprendido, con herramientas como la repetición y el repaso, aunque no es un método infalible fue por muchos años la forma de retomar la historia, contener las tradiciones. 

Es aquí cuando la armonía de los Evangelios entra en el tapete. Si ha visto un caso criminal, los detectives dedican tiempo a escuchar la misma historia de diferentes personas para obtener la mayor cantidad de detalles y unir las piezas correspondientes. De forma parecida, la armonía de los evangelios se examina de igual forma. 

Debemos hacer una aclaratoria de la armonía de los cuatro evangelios, los primeros tres según el orden canónico de las Biblias cristianas (Mateo, Marcos y Lucas) son denominados sinópticos basado en las similitudes objetivas que existen entre ellos tanto a nivel formal como de contenido. Para nada se busca formar una cúpula contra el evangelio de Juan, que posee muchas similitudes con Marcos en referencia a las palabras de Jesús, pero la mayor distinción se produce al notar las corrientes narrativas de los sinópticos en comparación con la narrativa del discípulo amado. 

La Forma

Desde los principios del II siglo se encontraban en posesión los cuatro evangelios, pero estas composiciones anónimas surgieron entre los años 65-90, teniendo su recolección alrededor del año 125. Estos no poseían título alguno. Cada uno enfatiza un aspecto particular de la vida y ministerio de Jesús, que al combinarse muestra escenas de su vida en una presentación más completa y amplia. 

Esto lo hace mucho más curioso al notar como una población no letrada y otros de mucho conocimiento en las Sagradas Escrituras de aquel tiempo, fijaron sus estudios e interés de teología en cuatro narrativas muy parecidas, dando al punto de determinarlas cruciales para el canon por separado. A diferencia de otras obras de la época que eran replicadas y tomadas como heréticas. Los cuatro evangelios conocidos fueron puestos a prueba en largos concilios para verificar su validez. Aún con diferencias marcadas, solo se dio a esclarecer la verdad entre ellos mismos, corroborando haber sido escritos inspirados por el Espíritu de Dios. 

Otra de las formas de su armonía fue el reconocimiento de su valor y autoridad temprana por los primeros escritos eclesiásticos, además se mantuvo de esa manera. Cada muestra de un proceso ininterrumpido de aceptación como canónicos marcó una preeminencia entre los primeros cristianos, acertando su validez. 

La Armonía no es una base

La armonía de los evangelios va a ir sobre la corriente de nuestra teología principal. Procedo a dar una interpretación cuestionable de colocar la armonía como base de los principios bíblicos y lo forzado que es tal tarea.

Si coloco la escena de la resurrección de Jesús (uno de los hechos que encontramos en los cuatro evangelios) en la composición armónica, notaremos lo siguiente: 

1. Era un ángel, según el evangelio de Mateo el que estaba en ese momento.

2. Pareciera que Mateo se fijó en el evangelio de Marcos, porque también aquí se nos escribió de un solo ángel.

3. Ahora Lucas no narra que fueron dos hombres resplandecientes y no justamente de la misma forma como Marcos.

4. Con Juan la historia puede complicarse un poco más, pero vamos a dejarlo con dos ángeles también 

Bien sabrá que estas diferencias pueden tener una explicación lógica y detallada basada en crítica textual u otras herramientas teológicas, sin embargo, estos análisis científicos han sido detallados por expertos que presentan una explicación basada en contextos, problemas de copistas y otras explicaciones coherentes gracias al uso de la ciencia. 

Puede ser la armonía de los evangelios una jaqueca constante si estamos buscando errores para hacer decaer nuestra fe. En cambio, si estamos en búsqueda de un conocimiento más amplio de la Palabra de Dios para nosotros o escudriñar en pro de la vida práctica su Palabra, encontraremos la mejor composición jamás escrita. Permítame darle ejemplos de un mal uso de la armonía de los evangelios:

En el año 1772, tras el gran apogeo de la Ilustración, H.S. Reimarus escribió su obra De las pretensiones de Jesús y de sus discípulos, la cual fue publicada diez años posteriormente, en la que presentó defensa de un Jesús político, deseo de liberar a los judíos del yugo romano. Por supuesto, fracasó totalmente. No en vano, renació el uso de la armonía para armonizar diferentes teorías.

De este modo se llegó a los escritos de G. Paulus donde permeó en contrariedad con Reimarus un fuerte hincapié, en el racionalismo. Mostrando simplicidad para explicar todo con lógica (parecido a un método científico ateo actual). Trato de explicar la muerte de Jesús como un suceso donde no hubo muerto en realidad, sino una “similitud de la muerte” como un coma y la reanimación del cuerpo gracias al frío de la piedra.

Las cosas no llegaron hasta allí, hubo un refute más de parte del caballero D.F. Strauss en su obra una Vida de Jesús, sin ir muy lejos enmarca la vida de Jesús como un sueño expresado de una idea imaginada. Con esto presentó un argumento del porqué de las diferencias textuales. 

Hay muchos más ejemplos de cómo se ha debatido por la correcta forma de entender el uso de la armonía. Al final, todo va encadenado al uso que el ser humano desee darle. Escuchar la voz de Dios a través de un estudio sistemático o derramar toda la espiritualidad y dirección del Espíritu Santo para dar una base pseudocientífica a la teoría ya premeditada.

Al tener una comprensión del uso de la armonía sinóptica procedemos a mostrar algunos focos de esta gran unión de los mismos. 

Esquema preliminar:

Al momento de presentar una armonía (como veremos más adelante) debemos partir de una pieza general contigua con las demás, en este caso usaremos un relato cronológico

    Empezamos desde la infancia hasta la edad viril: año 5 a.C. – otoño 27 d.C.

    Seguido de su primer ministerio: otoño, año 27 – primavera, año 28

    Prosigue el ministerio en Judea: primera pascua, año 28 – segunda pascua, año 29

    El Ministerio de Galilea: segunda pascua, año 29 – tercera pascua, año 30

    Retiro del ministerio público: tercera pascua, año 30 – otoño, año 30

    Ministerio en Samaria y Perea: otoño, año 30 – pascua, año 31

    Semana de la Pasión: cuarta pascua, año 31

    Resurrección y ascensión: primavera, año 31

Este pequeño esquema aporta una comprensión general de las fechas de los momentos según su perspectiva general de los evangelios. En armonía conocer los acontecimientos, aunque sea solo por fechas aproximadas nos aportará una riqueza contextual para mantener el orden de las acciones más importantes por Jesús. Destacó la gran diversidad de opiniones sobre este tema, sobre todo por la enorme confusión problemática de los calendarios en el imperio romano, aun con tantas escaramuzas, las fechas son fiables gracias a las fuentes obtenidas por las ramas científicas históricas. (Aquí nos basamos en las obras literarias de la época contemporánea a la vida de Jesús).

Conceptualizaciones en la armonía:

Por más práctico que se pueda realizar un artículo sobre la armonía de los evangelios, hay que tener en cuenta los trabajos previos ya realizados. Aliviar la tarea actual con las investigaciones pasadas no es buscar el camino fácil al uso de la armonía de evangelios, sino progresar con mayor avidez y efectiva el trabajo para proseguir con estudios cada vez más capaces. En este orden de ideas veremos una comparación de coincidencias de los versículos entre los evangelios sinópticos:

a) Los tres evangelios tienen alrededor de trescientos versículos en común.

b) Mateo y Marcos tienen en común alrededor de ciento ochenta versículos.

c) Lucas y Marcos, coinciden en muy aproximadamente cien versículos.

d) Mateo y Lucas tienen en común doscientos treinta versículos.

e) Cada evangelio posee versículos que no se encuentran en ninguno de los otros dos: en Marcos, cincuenta y un versículos; Mateo, trescientos versículos y en Lucas unos quinientos.

Estas cifras pueden variar según la versión, además de las copias derivadas de los autógrafos (manuscritos originales)

Un hecho a destacar con el evangelio de Juan son los argumentos planteados para afirmar la obtención de, por lo menos el sinóptico de Marcos, para realizar su evangelio. No obstante, para muchos no es del todo convincente. Entre estas grandes declaraciones encontramos la dificultad de entender cómo el evangelio de Juan es tan diferente en su narrativa y mostrar los relatos sucedidos. Debemos tener presente la importancia de la tradición oral para este tiempo, aunque ya existían los evangelios escritos, si alguien asume la responsabilidad de decir un hecho por sus propios labios, no se tomaba el manuscrito como por encima de la palabra de la persona, sino que se comparaba y se deba un veredicto. Al paso del tiempo, con el aporte de la difamación del cristianismo en todo el mundo, la tradición escrita tomó una relevancia mayor, por ser la mejor a la hora de aguardar la confiabilidad de los hechos. Si tomamos en cuenta el problema de las limitaciones del lenguaje, entenderemos con facilidad la necesidad de un escrito unitario.

Aplicando la armonía a mi día a día

Por último, encontraremos mucha información histórica y teológica sobre este tema en cualquier centro, universidad, biblioteca o en el internet, pero a menos que sea estudiante de una rama implicada en estos casos, puede no sonar muy atractivo su estudio. 

Una de las tantas formas de aplicar la armonía de los evangelios es el “cuadro de eventos de los evangelios”. En él se pueden comparar con detenimiento cada una de las similitudes que existen entre los pasajes y compararlos sin perder de vista ni un solo capítulo. A su vez, poder obtener información crucial sobre los pasajes que solo se encuentran en un determinado evangelio.

Actualmente se cuentan 179 episodios en los cuadros más actualizados, tomaremos el de la Biblia Andrews como referencia, solamente los primeros 17:

No.Acontecimiento MateoMarcosLucasJuan
1Prólogo del Evangelio de Juan1: 1-18
2Prólogo del Evangelio de Lucas1: 1-4
3Los antepasados de Jesús1: 1-173: 23-38
4El anuncio a Zacarías1: 5-25
5La anunciación1: 26-38
6Visita de María a Elizabeth1:39-56
7Nacimiento de Juan el bautista1: 57-80
8El anuncio a1: 18-25
9Nacimiento de Jesús2: 1-7
10El anuncio a los pastores2: 8-20
11La circuncisión2: 21
12Presentación en el templo2: 22-28
13La visita de los magos2: 1-12
14Huida a Egipto2: 13-18
15Regreso a Nazaret2: 19-232: 39-40
16Primera visita en la pascua2: 41-50
17Adolescencia y juventud2: 51-52