[pdf-lite linktext=»Descargar este resumen en PDF» icon=»2″ titlepage=»Resumen del Estudio Bíblico»]
Versículo para memorizar. Apoc. 2:47. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado
con mi Padre en su trono”
Una verdad importante: el Nuevo Testamento está directamente ligado al Antiguo Testamento. Es casi imposible entender el libro de Apocalipsis si prescindimos del Antiguo Testamento, especialmente el libro de Daniel. La revelación tiene que ver con Jesús, con quién es él, con lo que ha hecho por su pueblo y con lo que hará por nosotros en el tiempo del fin.
LA ESTRUCTURA DE APOCALIPSIS.
“Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.” (Apoc. 12:5-6).
Entre las muchas cosas que los libros de Daniel y Apocalipsis tienen en común son sus dos divisiones básicas: histórica y escatológica (eventos del tiempo del fin). Ambos conceptos están íntimamente relacionados en cada libro. Podemos visualizar los acontecimientos históricos como precursores (o ejemplos, aunque en menor escala) de grandes acontecimientos mundiales en los últimos días. Es decir, al estudiar lo que pasó en la historia del Antiguo Testamento, podemos tener pistas de lo que sucederá en nuestros días y en el futuro.
IMÁGENES DE JESÚS.
“y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apoc.1:5).
Él es el Cordero, lo que señala su primera venida, en la que se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados. En Apocalipsis aparecen diferentes descripciones y roles de Jesús, y debemos apreciar que Jesús es el centro de nuestra existencia y el fundamento de las
decisiones morales que tomamos.
EL TEMA DEL SANTUARIO EN APOCALIPSIS.
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.” (Apoc. 4:1-2).
El Santuario terrenal comenzaba en el patio, en el Altar del Holocausto, donde se sacrificaban los animales. Después de la muerte del animal, símbolo de la Cruz, el sacerdote entraba en el primer departamento del Santuario, que era un modelo de lo que Jesús hizo en el Santuario celestial después de su ascensión. Esto es representado por Jesús caminando entre los candeleros (Apoc. 1:13). Poco después de su ascensión, Cristo inauguró el Lugar Santo del Templo celestial, al ingresar por esta primera puerta abierta. Cuando Cristo aparece por primera vez en el libro de Apocalipsis, está de pie ante los candeleros del primer departamento del Santuario celestial (ver Apoc. 1:10-18). La imagen del Arca del Pacto en el Santuario celestial es una referencia indiscutible al Lugar Santísimo, o el segundo departamento. En el libro de Apocalipsis, podemos ver no solo el ministerio de Jesús en ambos departamentos, sino el hecho crucial y reconfortante de que los acontecimientos celestiales y terrenales están relacionados
CRISTO EN APOCALIPSIS.
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” (Apoc. 1:1-3).
Todo en el libro de Apocalipsis, desde la estructura hasta el contenido, tiene un único propósito: revelar a Jesucristo. Por eso las palabras iniciales del libro son: “La revelación de Jesucristo”. En Apocalipsis, se presenta a Cristo como “el soberano de los reyes de la tierra” (Apoc. 1:5) y, cerca del final del libro, se lo describe como “Rey de reyes” (Apoc. 19:16). La mayor noticia aquí es que, en medio de todo el caos y la confusión de la Tierra, podemos tener la seguridad de que nuestro amoroso Señor y Salvador tiene el control absoluto. Para toda la fe cristiana, la promesa del regreso de Cristo “con las nubes” es fundamental. Jesús vendrá otra vez, un regreso literal en un acontecimiento que todo el mundo verá, un suceso que acabará, de una vez por todas, con el sufrimiento, el caos y la ruina de este mundo, y dará comienzo a todas las promesas de la eternidad.
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea..” (Apoc. 1:10-11).
Jesús aparece en estos versículos de pie en el primer departamento del Santuario celestial. Su revelación de sí mismo en esta función fue tan grande que Juan cayó a sus pies con miedo. Jesús, siempre reconfortante, le dice que no tenga miedo y se señala a sí mismo como el Alfa y la Omega, el Primero y el Último: referencias a su existencia eterna como Dios. Él nos creó en el principio, y nos recreará al final. De principio a fin, el libro Apocalipsis nos enseña no solo sobre la historia, sino también sobre los acontecimientos del tiempo del fin; por lo tanto, sigue siendo la Revelación de Jesucristo.
Nota de EGW: “En el Apocalipsis están reveladas las cosas profundas de Dios. El nombre mismo que fue dado a sus páginas inspiradas: el Apocalipsis, o Revelación, contradice la afirmación de que es un libro sellado. Una revelación es algo revelado. El Señor mismo reveló a su siervo los misterios contenidos en dicho libro, y es su propósito que estén abiertos al estudio de todos. Sus verdades se dirigen tanto a los que viven en los últimos días de la historia de esta Tierra como a los que vivían en los días de Juan. Algunas de las escenas descritas en esa profecía pertenecen al pasado, otras se están cumpliendo ahora; algunas tienen que ver con el fin del gran conflicto entre los poderes de las tinieblas y el Príncipe del cielo, y otras revelan los triunfos y las alegrías de los redimidos en la Tierra Nueva” (HAp 466).
El libro de Apocalipsis no solo es interesante y enigmático porque trata de los misterios de Dios; también es concreto y relevante porque atañe a tu vida y al destino del mundo.
[pdf-lite linktext=»Descargar este resumen en PDF» icon=»2″ titlepage=»Resumen del Estudio Bíblico»]
