Daniel – Del misterio a la revelación

Versículo para memorizar. Daniel 2:20. “Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque
suyos son el poder y la sabiduría”.

En Daniel 2, Dios se revela a un rey pagano. Le muestra la evolución de todos los imperios mundiales que habría sobre la Tierra. Pero, ante todo, queda patente que “hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios” (Daniel 2:28). Un Dios activo, personal y cercano. Conozcamos a nuestro maravilloso Dios.

LA INMANENCIA DE DIOS

“éste les dijo: —Tuve un sueño que me tiene preocupado, y quiero saber lo que significa” (Daniel 2:3 NVI).

¿Por qué se preocupó tanto Nabucodonosor cuando no pudo recordar el sueño? Reconocía que el sueño provenía de Dios. No recordarlo le perturbaba, porque le impedía comprender los designios divinos.
¿Por qué ordenó de una forma tan tajante la muerte de los sabios? Ellos mismos, por sus razonamientos, estaban declarándose incapaces de ayudar al rey:

• No hay quien pueda responder al rey.
• Nadie ha pedido nunca algo semejante.
• Solo los dioses pueden responder (pero no lo hacen, o no quieren hacerlo).

Su expresa incapacidad hizo resaltar más la revelación de Dios a través de Daniel. ¿Por qué el rey le concedió tiempo a Daniel?

LA ORACIÓN

“Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo” (Daniel 2:19).

¿Qué tipo de oración hicieron Daniel y sus amigos cuando se enfrentaron al decreto de muerte? Fue una oración de súplica. Pidieron no perecer con el resto de los sabios. No sabían cómo contestaría Dios, pero se ampararon en Su misericordia. ¿Cómo contestó Dios la oración? Revelando el sueño y la interpretación a Daniel, librándolos así de la muerte. Al mismo tiempo, se revelaba ante el rey como el único Dios poderoso. ¿Qué tipo de oración hicieron cuando recibieron respuesta de parte de Dios? Fue una oración de agradecimiento y alabanza. Dios contesta, y es nuestro deber agradecerle por la forma en que interviene en nuestra vida.

LA IMAGEN, PRIMERA PARTE

“Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser” (Daniel 2:29).

¿Cómo enfatizó Daniel el poder de Dios? Concordó con los sabios en que nadie era capaz de responder al rey. Pero mostró a Nabucodonosor a un Dios en los cielos que actúa en la Tierra. ¿Qué conocía Dios de Nabucodonosor? Conocía sus pensamientos y sus preocupaciones. Dios conoce hasta nuestros pensamientos más íntimos (Salmo 26:2). ¿En qué consistía el sueño del rey? Una imagen terrible de distintos metales que son desmenuzados por una piedra y llevados por el viento, como el tamo. Así de fugaz es la vida del hombre, como un soplo que pasa y desaparece (Salmo 78:39).

LA IMAGEN, SEGUNDA PARTE

“Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra” (Daniel 2:39).

¿Es ésta una profecía condicional o incondicional? La predicción se cumpliría independientemente de la actitud de las personas involucradas.
¿Cómo se cumple en la historia?

• Babilonia (605-539 a.C.). Abundaba el oro (Isaías 14:4; Jeremías 51:7)
• Medo-Persia (539-331 a.C.). Inferior en esplendor. Su sistema tributario se basaba en la plata
• Grecia (331-168 a.C.). “Hombres de bronce” (Herodoto ii, 152)
• Roma (168 a.C.-476 d.C.). Imperio de hierro, fuerte tanto en lo militar como en lo político
• Europa (476 d.C.-2ª Venida). Unidos por alianzas humanas, pero siempre divididos

LA PIEDRA

“Más la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra” (Daniel 2:35b).

¿Quién es la piedra? Dios es la roca (Deuteronomio 32:4; Salmo 18:31), Cristo la piedra angular (1ª de Pedro 2:4, 7; Efesios 2:20). ¿Qué evento está representado por la caída de la piedra? La Segunda Venida de Jesús. El único evento histórico que no depende de la intervención humana. ¿Cuál es el monte que llenó la tierra? El monte de Sion (Apocalipsis 14:1), donde se encuentra la Nueva Jerusalén, donde Dios establecerá su reino y habitará con los redimidos (Apocalipsis 21:22). En la Segunda Venida de Jesús, el reino de Dios destruirá y reemplazará todo reino terrenal. Pero él permanecerá para siempre.

Nota de EGW: “En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contra juego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él” (Profetas y reyes, pg. 366).
“Nuestro reino no pertenece a este mundo. Estamos esperando que nuestro Señor venga desde el cielo para someter toda autoridad y poder, y establecer su reino eterno. Las potencias terrenales se encuentran agitadas. No necesitamos, y no podemos esperar unión entre las naciones del mundo. Nuestra posición en la imagen de Nabucodonosor está representada por los dedos de los pies, en estado de división, y de un material deleznable que no puede mantener su cohesión. La profecía nos muestra que el gran día de Dios está sobre nosotros. Se aproxima rápidamente” (Testimonios para la iglesia, tomo 1, pg. 322).