Daniel – De la batalla a la victoria

Versículo para memorizar. Daniel 10:19. “Y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate”.

Tercer año de Ciro, un año de tensiones. Se está escribiendo un capítulo más del conflicto entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás. Los enemigos de los judíos están causando problemas al remanente que había retornado a Jerusalén. Daniel, angustiado, intercede nuevamente por su pueblo. En respuesta, Cristo mismo, acompañado de un ángel, se presenta ante Daniel.

AYUNO Y ORACIÓN, UNA VEZ MÁS

“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas” (Daniel 10:2).

¿Cuál fue la causa de la aflicción de Daniel? Poco después de comenzar la obra del templo, los samaritanos escribieron cartas a Ciro para que detuviese la obra (Esdras 3:8-13; 4:4-5). Ante esta situación, Daniel decidió hacer un periodo de tres semanas de ayuno y oración (que incluyó el periodo de la Pascua). Con una edad cercana a los 90 años, Daniel no optó por un ayuno estricto, sino que retomó la alimentación frugal similar a su llegada a Babilonia: dieta vegetariana y agua (Daniel 1:12). ¿Qué aprendemos de la reacción de Daniel? Acudamos a Dios, Él puede resolver los problemas y desafíos que nosotros no podemos. Dediquemos tiempo a orar por otros. Seamos perseverantes en la oración.

UNA VISIÓN DEL PRÍNCIPE

“Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz” (Daniel 10:5).

¿Quién es el varón vestido de lino? Esta visión es muy similar a Apocalipsis 1:

• Vestido de lino (Dn. 10:5; Ap. 1:13).
• Con un cinto de oro (Dn. 10:5; Ap. 1:13).
• Rostro como relámpago (Dn. 10:6; Ap. 1:16).
• Ojos como antorchas (Dn. 10:6; Ap. 1:14).
• Pies de bronce (Dn. 10:6; Ap. 1:15).
• Voz estruendosa (Dn. 10:6; Ap. 1:15).

Dado que la visión de Apocalipsis describe a Jesús (Ap. 1:17-18), es evidente que este varón es Jesús pre encarnado. Al igual que Juan, Daniel cae al suelo ante la visión de Cristo (Dn. 10:9; Ap. 1:17). Junto al río Tigris, Dios responde personalmente ante su hijo penitente. Él escucha y contesta siempre nuestras peticiones.

TOCADO POR UN ÁNGEL

“Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció” (Daniel 10:18).

Daniel cae en tierra, desfallecido. No se encuentra en condiciones de recibir más revelación. Antes de continuar, es fortalecido por el triple toque de un ángel.

Primer toque: ESCUCHAR (v. 10-14). Se le hace saber a Daniel que Dios ha escuchado su oración. Gabriel le informa de los planes divinos.
Segundo toque: HABLAR (v. 15-17). Daniel puede expresarse y pedir las fuerzas que necesita.
Tercer toque: OBTENER FUERZAS (v. 18-19). Ahora el profeta está preparado para recibir la revelación completa que encontramos en Daniel 11.

UN GRAN CONFLICTO

“Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá” (Daniel 10:20).

Antes de revelarle a Daniel “lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días” (v. 14), el ángel le muestra las realidades espirituales detrás de las terrenales: ángeles y demonios combaten entre sí para influir sobre las decisiones de los hombres (v. 13). Durante las tres semanas de ayuno de Daniel (21 días), Gabriel luchó para contrarrestar la influencia del enemigo sobre el rey Ciro. Esta batalla espiritual se mantuvo “todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia” (Esdras 4:5). La batalla era tan real en ese tiempo como lo es ahora (Efesios 6:12). Al igual que Gabriel, necesitamos la ayuda de Miguel en esta lucha.

Nota de EGW: “Aunque los gobernantes de este mundo lo ignoren, a menudo los ángeles han hablado en sus concilios. Los han contemplado los ojos humanos. Los oídos humanos han escuchado sus pedidos. En tribunales y cortes de justicia, los mensajeros celestiales han defendido la causa de los perseguidos y oprimidos. Han desbaratado propósitos y detenido males que hubieran causado oprobio y sufrimiento a los hijos de Dios. Todo esto se revelará a los alumnos de la escuela celestial” (La educación, pg. 274).

UN PRÍNCIPE VICTORIOSO

“…y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe” (Daniel 10:21b)

El “Príncipe de los príncipes” que sufre el ataque del cuerno pequeño (Daniel 8:25) es presentado ahora por su nombre: Miguel (¿Quién como Dios?). Apocalipsis 12:5-11 muestra a Miguel derrotando a Satanás y a sus ángeles, y arrojándolos del Cielo. Judas 9, lo muestra resucitando a Moisés. Además, lo identifica como arcángel. El arcángel solo es mencionado otra vez en 1ª de Tesalonicenses 4:16, realizando nuevamente, con su voz, una resurrección: la nuestra. Jesús mismo se identifica como aquel a cuya voz todos resucitarán (Juan 5:25, 28). Miguel es Jesús.

Nota de EGW: “El seguir a Cristo no significa estar libre de conflictos. No es un juego de niños. No es ociosidad espiritual. Todo el gozo del servicio de Cristo significa la sagrada obligación de enfrentar a menudo duros conflictos. Seguir a Cristo significa duras batallas, labor activa, guerra contra el mundo, la carne y el maligno. Las victorias ganadas por Cristo en guerra dura y cruenta serán nuestro gozo” (En los lugares celestiales, 20 de abril).