Salvación solo por la fe – Libro de Romanos – La vida cristiana

Versículo para memorizar. Romanos 14:10. “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos
ante el tribunal de Cristo”.

Ahora estamos en la última parte de nuestro estudio de Romanos, el libro del que nació la Reforma Protestante, el libro que más que cualquier otro debe mostrarnos por qué somos protestantes y por qué debemos seguir siéndolo.

DÉBIL EN LA FE.

“Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.” (Romanos 14:1-3)

¿En qué sentido la alimentación era un problema en el tiempo de Pablo (Romanos 14:2-3; 1ª de Corintios 8)? Los sacerdotes paganos ponían a la venta la carne que había sido sacrificada a los ídolos. Entre los creyentes había una discusión sobre la conveniencia o no de comer esta carne.

• ¿Quién era el débil? El que, por sus antecedentes y educación, no podía comer con limpia conciencia la carne sacrificada a los ídolos.
• ¿Quién era el fuerte? El que creía que solo hay un único Dios verdadero y los ídolos nada son y, por tanto, no pueden contaminar la carne que a ellos se les ofrece.

EL PROBLEMA: El fuerte criticaba al débil porque no comía la carne sacrificada a los ídolos y el débil era arrastrado a dudar de su fe.

¿En qué sentido los días de fiesta eran un problema en el tiempo de Pablo (Romanos 14:6; Colosenses 2:16; Gálatas 4:9-10)?

“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo” (Colosenses 2:16).
“Más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años” (Gálatas 4:9-10)

Algunos hermanos judíos creían que debían seguir observando las festividades ceremoniales (Lunas nuevas, sábados rituales, Pascua, Pentecostés, Día de la Expiación, …) y los días de ayuno (lunes y jueves)

Nota de EGW: “Alguien que sólo tiene una comprensión limitada de los principios de rectitud. Anhela ser salvo y está dispuesto a hacer cualquier cosa que cree que se le pide; pero debido a la inmadurez de su experiencia cristiana (cf. Heb. 5: 11 a  6: 2) y quizá también como resultado de su educación anterior y de sus creencias, trata de asegurar su salvación por medio de la observancia de ciertas reglas y prescripciones que en realidad no son obligatorias para él. Da mucha importancia a esas reglas; las considera como absolutamente vigentes para poder alcanzar la salvación, y está angustiado y perplejo cuando ve que otros cristianos que conoce, especialmente los que parecen tener más experiencia, no comparten sus puntos de vista”. CBA, sobre Romanos 14:1.

ANTE EL TRIBUNAL.

“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.” (Romanos 14:10)

El fuerte no debe juzgar al débil (Romanos 14:4). Dios recibe y afirma a todos.
No juzgar o menospreciar a nadie (Romanos 14:10-21). Dios juzgará a todos; cada uno dará cuenta de sí mismo y no de los demás.

NINGUNA OCASIÓN DE TROPIEZO.

“Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió”. (Romanos 14:15).

Al juzgar nos convertimos en tropiezo u ofensa para nuestros hermanos, pudiendo ser la causa de que nuestro hermano, por el que Cristo murió, se debilite o abandone la fe.
Cada uno debe actuar de acuerdo con su propia conciencia, sin forzar la conciencia de otros (Romanos 14:22-23) Debemos actuar de acuerdo con lo que creemos. Si estamos equivocados, Dios nos ayudará a entenderlo en el momento que Él considere oportuno.

LA OBSERVANCIA DE LOS DÍAS.

En este debate sobre no juzgar a quienes quizá vean algunas cosas de manera diferente de la nuestra, y no ser una piedra de tropiezo para otros que podrían ofenderse con nuestros actos, Pablo plantea el tema de los días especiales que algunos quieren observar y otros no. Como se señaló anteriormente, algunos de la iglesia habían persuadido a los cristianos de Galacia a circuncidarse y a guardar otros preceptos de la ley de Moisés. Pablo temía que estas ideas pudieran dañar también a la iglesia romana. Pero quizás en Roma, particularmente, eran los cristianos judíos los que tenían dificultades para convencerse de que ya no necesitaban observar las festividades judías.

PALABRAS FINALES.

“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí”. (Romanos 15:1-3).

Hacer lo que agrada a nuestro prójimo (Romanos 15:1-3).

“Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación” (Romanos 15:2).

Debemos beneficiar espiritualmente al prójimo y ayudarle en su crecimiento hacia la perfección.

Nota de EGW: “Dios desea que los cristianos respeten la libertad que les ha dado en una forma tan maravillosa. En Cristo tiene validez la propiedad de cada hombre. Dios ha comprado a la humanidad. La mente de un hombre o el poder de un hombre no debieran regir ni controlar la conciencia de otro. A la vista de Dios, la riqueza y la posición no exaltan a una persona por encima de otra. Cada uno está en libertad de elegir el servicio de Dios, de amar al Señor y guardar todos sus mandamientos” (CBA, tomo 1, Notas auxiliares sobre Éxodo, 21: 1-6).