Cómo interpretar las Escrituras – La Biblia y la profecía

Versículo para memorizar. Daniel 8:14. “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.

Dios no está limitado por el tiempo (Sal. 90:4; 2P. 3:8). Por ello, es el único capacitado para hacernos conocer las cosas que aún no han ocurrido, y lo ha hecho muchas veces a través de las profecías contenidas en su Palabra. Estas profecías, cuyo cumplimiento se puede constatar en la historia, nos dan la seguridad de que las profecías que aún no se han cumplido también lo harán.

EL HISTORICISMO Y LA PROFECÍA

“Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo” (Isaías 46:10 NVI).

Al estudiar los grandes libros proféticos (Daniel y Apocalipsis) se han usado diversos métodos de interpretación:

• Preterista. Todos los acontecimientos ocurrieron en el pasado.
• Futurista. Todo sucederá en el futuro, justo antes de la Segunda Venida.
• Historicista. Las profecías se cumplen a lo largo de la historia, en el presente y en el futuro.

Cuando aplicamos el método historicista, podemos ver cómo Dios anunció la sucesión ininterrumpida de reinos desde Babilonia hasta nuestros días, a través del profeta Daniel (cp. 2, 7-12). Apocalipsis revela más detalles sobre la historia desde Juan hasta el fin.

EL PRINCIPIO DE DÍA POR AÑO

“día por año, día por año te lo he dado” (Ezequiel 4:6b).

El principio “día por año” o “semanas de años” indicado en Levítico 25:8, Números 14:34 o Ezequiel 4:6, entre otros, indica que los periodos proféticos implican años en lugar de días cuando cumplen algunos requisitos:

• Se encuentran insertados entre elementos simbólicos (bestias, cuernos, etc.)
• Los acontecimientos anunciados encajan en periodos de tiempo más largos que los días indicados (p.e. 1.200 días de dominio papal).
• No están expresados en la forma habitual (p.e. “medio tiempo”, “tardes y mañanas”, meses de 30 días).

IDENTIFICACIÓN DEL CUERNO PEQUEÑO

“Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Daniel 7:21).

Daniel 7 y 8 identifican los sucesivos poderes políticos con diversos símbolos.

• Babilonia: Un león alado.
• Medopersia: Un oso y un carnero.
• Grecia: Un leopardo y un macho cabrío.
• Roma: Una bestia terrible y un cuerno.

Daniel 7 muestra una división de la cuarta bestia en 10 reinos y el surgimiento de un “cuerno pequeño” muy especial:

• Caen ante él tres reinos.
• Habla contra el Altísimo.
• Persigue a los santos durante 1.260 años.
• Intenta cambiar los tiempos y la ley.

Esto define a este cuerno como un poder político-religioso que surge de Roma (pero sigue siendo Roma). En Daniel 8 vemos a Roma simbolizada como un “cuerno pequeño” que conquista territorios, pero que también hace guerra contra los santos. Esta segunda fase pude ser identificada claramente con el “cuerno pequeño” del capítulo 7. Solo hay un poder político-religioso en la historia que pueda cumplir estos requisitos: el papado, cuya actividad abarca desde la Edad Media hasta el tiempo del fin.

EL JUICIO INVESTIGADOR

“Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado” (Daniel 8:14).

Los eventos históricos desarrollados en Daniel 7-12 conducen a un punto culminante: el juicio y el reino dado a los santos (7:10, 27; 8:14; 12:1). Daniel 7:11 nos aclara que el juicio comienza mientras el “cuerno” todavía estaba activo. Daniel 8:14 y 9:24 nos indican el momento de su comienzo (la purificación del Santuario Celestial): 2.300 años después de 457 a.C., es decir, 1844 d.C. Finalmente, Daniel 12:1-3 nos dice lo que ocurrirá cuando el juicio se acabe: tras un breve tiempo de angustia, Jesús vendrá para darnos vida eterna.

“Setenta semanas están cortadas para tu pueblo y tu santa ciudad” (Daniel 9:24 RV2000).

La preocupación de Daniel por el santuario asolado (Daniel 9:17), implica que aún tenía en mente la visión recibida años antes (Daniel 8:1). Las 70 semanas, cortadas del periodo mayor de 2.300 días, indican su comienzo.

LA TIPOLOGÍA COMO PROFECÍA

“Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros” (1ª de Corintios 10:6a).

La profecía tipológica es la aplicación de hechos históricos reales a acontecimientos futuros o a verdades espirituales. Por ejemplo, Juan el Bautista llama a Jesús “el Cordero de Dios” (Jn. 1:36). Así, aplica el símbolo del cordero que se sacrificaba cada día en el templo, al tipo de Jesús que, con su muerte, quita nuestros pecados. Jesús usó la serpiente de bronce como símbolo de su muerte, y la historia de Jonás como símbolo de su estancia en la tumba (Jn. 3:14; Mt. 12:40). Pablo usa muchas ilustraciones similares (1Co. 10:1-13; Gál. 4:21-31) para enseñarnos verdades espirituales aplicables a nuestra vida.

Nota de EGW: “Estamos viviendo en medio de las escenas finales de la historia de esta tierra. Las profecías se están cumpliendo rápidamente. Están transcurriendo velozmente las horas del tiempo de gracia. No tenemos tiempo que perder, ni un momento… Resuene el mensaje del pronto regreso de Cristo en fervientes palabras de advertencia. Persuadamos a hombres y mujeres por doquiera a arrepentirse y huir de la ira venidera” (Testimonios para la iglesia, tomo 8, pg. 263).